Es un proceso que consiste en comparar los registros de las operaciones de la cuenta bancaria de los libros auxiliares, con los movimientos registrados en las entidades bancarias, mostrado en los estados de cuenta o extractos bancarios que los bancos emiten, para proceder a hacer las correcciones o ajustes necesarios en los registros o libros de la empresa.
Es un proceso necesario aunque no es obligatorio en cada empresa ya que es bastante habitual que el saldo de las cuentas bancarias no coicidan con los libros de la empresa debido al tiempo en el que se registran las operaciones.
Por ejemplo, hay operaciones económicas que la empresa ya ha registrado en sus libros pero en el banco aún no se han registrado por el tiempo que toman realizar las compensaciones o registros contables.
Las conciliaciones bancarias no tienen como objetivo hacer coincidir los saldos de bancos que tiene registrados la empresa con los saldos de los extractos de esas cuentas. Su finalidad, sin embargo, es identificar con claridad qué es lo que ha generado la diferencia.